El sangrado y la inflamación en las encías es un problema con el que muchos pacientes se han encontrado alguna vez. Cepillarse los dientes y que las encías sangren es algo que puede suceder a menudo durante la limpieza bucal. Se suele asociar a la sensibilidad en las encías o al envejecimiento, pero es importante conocer sus causas para prevenir enfermedades en las encías.
Tres de cada cuatro personas pueden sufrir este tipo de enfermedades, que se originan por unaacumulación de placa bacteriana en la boca, también conocida como biofilm oral. Este fenómeno altera el equilibrio de bacterias en las encías y puede ocasionar distintas complicaciones en dientes e implantes. Según la Sociedad Española de Peridoncia y Osteointegración, las enfermedades en las encías más comunes son la gingivitis y la periodontitis o piorrea, que se desarrollan sobre las encías. No obstante, la placa bacteriana también se acumula en implantes dentales y puede generar otras enfermedades en las encías, como la mucosis periimplantaria o la periimplantitis.
La gingivitis es una enfermedad leve que se manifiesta con una inflamación y el enrojecimiento de las encías, de modo que éstas sangran con más facilidad. Se trata de una enfermedad leve que, generalmente, se puede tratar con una limpieza profesional. Los profesionales de clínica RIODENT recomiendan una limpieza diaria para evitar esta enfermedad que no ocasiona una pérdida de dientes ni de tejido.
La periodontitis o piorrea es la evolución de una gingivitis mal tratada. Así, se trata de una enfermedad más grave e irreversible en la cual la inflamación de la encía se extiende hacia otras zonas más profundas del diente. De este modo, se forman bolsas infectadas entre las encías y los dientes, con placa bacteriana que se puede extender y crecer por debajo de las encías. La respuesta natural de nuestro cuerpo es luchar contra el avance de estas bacterias, pero se puede llegar a la destrucción del hueso y del tejido conjuntivo, que mantiene los dientes fijados en su lugar.
Estas enfermedades en las encías suelen producirse en pacientes de entre 30 y 50 años de edad. Sin embargo, es muy importante en todo momento una buena limpieza y una detección a tiempo de los síntomas para su tratamiento y prevención.